Era un 23 de febrero del años 1981, eran las seis de la
tarde y se estaban celebrando en el Congreso de los diputados la votación para
la investidura del candidato a la presidencia del Gobierno, Leopoldo
Calvo-Sotelo, de Unión de centro Democrático, en el momento en el que Manuel Núñez
Escabo, diputado socialista, iba a emitir su voto, un grupo numeroso de
guardias civiles con fusil en mano entraban en el Congreso, y todos los
diputados se asustaron, todos ellos iban con un “líder” que era Antonio Tejero,
teniente Coronel de la guardia civil.
Tejero entro gritando: “¡Quieto todo el mundo!", iba con arma
en mano y en un primer momento apuntaba al presidente del congreso, dio orden
de que todos los diputados se tiraran al suelo, el teniente general del Ejercito de Tierra, Gutiérrez
Mellado se levantó, se dirigió hacia Tejero, le ordeno que soltase el arma,
pero los guardias civiles allí presentes se lo impidieron, más tarde comenzó a disparar al techo, y podía
palparse el miedo entre los presentes. Estaban entre los diputados el
presidente Suarez y el diputado Carrillo, ellos también obedecieron las órdenes
de Tejero y permanecieron sentados. Pasada una hora el presidente Suarez se levantó
y pidió hablar con el responsable del intento del golpe de estado, aunque
pronto lo mandaron sentar.
Adolfo Suarez presidente del gobierno, cuando ocurrio este echo.
Minutos más tarde Tejero salió con Suarez, este insisto en saber el porqué
de este acto, y tras varios intentos Tejero le contesto que el ya no era el
presidente. Al mismo tiempo de estos sucesos entraba el Capitán General de la
III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, en Valencia junto con dos millares
de hombres y cincuenta carros de combate, a las calles, se apuntaban en todos
los edificios institucionales, aquella noche Valencia estuvo rodeada de militares.
Todo este “plan” se vino abajo pronto ya que lo primero que
les echaba para atrás era la negativa por parte del Rey Juan Carlos I, el mismo dijo que no podía tolerar las acciones de las personas que pretendían interrumpir
por la fuerza los procesos democráticos que la constitución votada por el
pueblo español había determinado.
Era la 1.00 de la madrugada cuando el teniente Milans recibió
la llamada del Rey ordenándole retirar las tropas de Valencia. Por otro lado,
Tejero a las 10.00 del día siguiente negocio con la Armada las condiciones de
su rendición, entre las que estaba su salía del Congreso sin ningún periodista.
A las 12.15 del día 24 de febrero el intento fallido de
Golpe de estado había terminado.
En conclusión esto ocurrió debido al descontento por parte
de la guardia civil y de los militares con el gobierno, por problemas en las
crisis económicas, las acciones terroristas por parte de la ETA y la
resistencia de algunos del ejército a aceptar un sistema democrático.
Periódicos que se vendían al día siguiente con la noticia.
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